Cruzando líneas inventadas para crear símbolos y cantos alegóricos a una identidad territorial, que se resista al control de este mundo, de Todos y para Todos.

 
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Hermanas y Hermanos Nuestro Paso por Boliva

Miércoles 5 de octubre de 2011

Bolivia, fuerza y belleza, se habla Aymara, Quichua y Español. El cambio politico no se ve excepto por los bonitos nombres de cada ministerio, las costumbres poco convencionales, el papel mas arrugado de América, la indesifrable, arraigada y cargada de alto contenido de Identidad. Bolivia la Hermana.

Y llegamos a Bulivia hermanitos, entramos por Desaguadero, para ingresar al país en esta frontera, además del pasaporte solicitan el certificado judicial, la vacuna de la fiebre amarilla y US$300 en Efectivo, más la colaboración voluntaria para los policías, colaboración que no estábamos dispuestos a entregar, así que estuvimos un par de horas solucionando la entrada, era de noche, partimos con intención de conocer Tihuanaco, misión no cumplida, el ají estaba con poca gasolina, los bordes de la carretera cubiertos de hielo y no teníamos información sobre el servidor más cercano, así que avanzamos, estabamos a 15 minutos de la Paz sin gasolina y no fue posible encontrarla en el Alto, en las noches escacea, entonces decidimos dormir en una de las ciudades mas duras de Bolivia a 4.070 msnm; a la mañana nos sorprendió el Illimani iluminado, buenos días, y también la noticia de ley que permite cobrar la gasolina a los autos extranjeros por el doble del precio establecido, y como no estamos de acuerdo con esta ley y tampoco contabamos con mucho dinero tratamos de aquí en adelante encontrar estaciones de servicio donde pasaramos como nacionales, por suerte lo logramos en la mayoría de casos, así fue, la primera tanqueada del ají a Bs.3,70 el litro, nada mal.

Tomamos la autopista que conduce a la Paz, Diego un viejo amigo Bogotano nos estaba esperando, en su apartamento armamos el zaperoco con todas las cosas que cargamos, gracias a Minerva y a Dieguin por aguantarnos y brindarnos el espacio, allí compartimos unos buenos días, días de concentración para el trabajo. Diego nos habló de un impresionante mercado, una feria abierta a todo el que quiera entrar ubicada en el Alto, esta ciudad se caracteriza por hacer valer la justicia comunitaria y mover gran parte de la economía legal o ilegal del país, el mercado se instala los jueves y domingos, allí se imprime gran parte de la cultura Buliviana así que decidimos ir 2 o 3 veces porque un día no alcanza para recorrerlo, además en este espacio y a muy buen precio se puede encontrar desde un alfiler hasta lo que la imaginación alcance, esta fue la oportunidad de adquirir la ropa y los implementos necesarios para el resto del recorrido y poder soportar los cambios de clima que nos deparaba el camino.

La Paz a diferencia de otras ciudades es tranquila, acogedora y pequeña, es la Bogotá de finales de los 80, pero sin tanta violencia, no es la capital de Bulivia, aunque se concentran todos los poderes gubernamentales. Las gentes de la Paz en general tiene actitudes gruñonas y malgeniadas con los extranjeros, eso no quiere decir que no sean gentes que extienden su mano al otro cuando lo necesita, pero particularmente el altiplano de Bolivia se caracteriza por eso, el clima y la historia de discriminación de los pueblos no se olvida, se imprime en la memoria y genera mecanismos de defensa válidos y necesarios para el reconocimiento de su identidad, claro también puede atribuírsele al mal de altura, eso queda para cada quien. Bolivia para los Bolivianos leíamos en varios de los carteles que adornan la ciudad, es claro que en este país han dado la pelea durante décadas para que los pueblos manden, se ha nacionalizado buena parte del discurso y de las prácticas, pero aún nos quedan dudas de la idea de socialismo que se vende en este hermano país. Recordábamos a Bogotá en la Paz y estábamos en paz con el clima y la altura, esperábamos atentas el segundo encuentro con Hernán y Camilo, los dos amigos fotógrafos y cómplices del viaje, su llegada fue un viernes, era el momento para solucionar la estadía de todos, por fortuna nos habían contactado con Mónica Medina, ex alcaldesa de la Paz que trabaja con un proyecto de comunicación, a Mónica nunca la conocimos personalmente, pero nos brindó ayuda y nos alquiló un apartamento a buen precio, Magda una mujer checa, encantada de este sur de amérika, fue la encargada de acomodarnos. A este par de mujeres, gracias y buen andar.

Nuestra vivienda temporal se convirtió literalmente en un campo de concentración. Durante 15 días 6 colombianos y una mexicana celebramos el nacimiento de buenas historias para contar y recordar al son de un buen Singani, en el compartir dimos rienda suelta a las sonrisas, la cocina, y la convivencia armoniosa, la fotografía y el video fueron pan de cada día, los proyectos y los sueños a flote, estructuramos el video de la travesía de estos dos colombianos a bordo del cachetón, planeamos las más de 10 exposiciones conjuntas por realizar en cada uno de los países del caribe y del sur, el trabajo de Comunicaos, la realización del próximo documental, y mientras nacían los proyectos avanzábamos con las jornadas de grabación de la ciudad y de las tomas fotográficas a los maestros artesanos, no está demás decir que en las manos de los bolivianos se puede encontrar la magia ancestral para vivir la cotidianidad multicolor, con ritmos autóctonos del encanto de esta tierra. Luego llegó el cumpleaños de Mao celebrado a todo dar, hubo espacio para el encuentro consigo mismo, el amor, una buena comida, el canto cumpleañero, la torta, el brindis, las fotos, los besos, los abrazos y hasta un par de huevos en su cabeza estuvieron presentes en esta gran celebración. Una de las noches paceñas las vivimos con Álvaro, Mauricio, Diana, Gabriela, Janeth y Janier, Bolivianos, Cubanos y Colombianos compartiendo ideas e inquietudes, un saludo para estos bellos seres con quienes queda la deuda de un nuevo encuentro.

Y llego la despedida de la Paz, el fin del reencuentro, eso sí, con lazos de amor fortalecidos y unas cuantas historias que acompañadas de las risas nos permitieron Reconocernos en los seres humanos que deseamos SeR. El cachetón rumbo al norte y el Ají hacia el SuR, próxima parada en Oruro, allí dejamos descansar al Ají , tomamos el tren para llegar a Uyuni, en donde conocimos a Nelson, un Boliviano re buena onda quien nos llevó al hospedaje El Chavito y nos compartió su tiempo y espacio permitiéndonos conocer un poco más de la gente y la magia de la tierra Boliviana, en donde la sorpresa es una constante que puede dejar sin palabras, así lo sentimos en el recorrido por el salar de Uyuni. Mauricio lo hizo en bicicleta, y nosotras tomamos y compartimos el viaje con Silvia y Ciro de Italia, Laura de Alemania y Cleaggg de Francia, momentos y palabras llenos de fantasía terrenal. Es así como sentimos el deseo de visitar nuevamente este lugar con la posibilidad de tener el tiempo necesario para admirar y asimilar con calma tanta vida que renace en medio de la nada dejando huella el renacer de lo increíble.

Y regresamos a Oruro, recogimos el Ají y rumbo a Cochabamba, ciudad cálida y hermosa igual que su gente amable y dispuesta, así como Erik y Eli un par de seres con la mente abierta y el voltaje a 220 quienes nos recibieron en su casa, y Gaby, la cosa, la romantika, soñadora y amiga que con su compañía permanente nos hicieron pasar unos alegres y productivos días, por medio de Eli contactamos a Ernesto Guevara, al Che, quien hace parte del Centro de Documentación e Información de Bolivia, CEDIB, esta experiencia carga al hombro un trabajo de comunicación y memoria que hay que conocer, hay que decir que harán parte de ComuniCaos; también conocimos a Thomas con quien compartimos material audiovisual importante para difundir, las gracias a ellos por su labor y por apostarle a la comunicación, entre otras muchas cosas, como un aporte a la memoria de los pueblos.
En el CEDIB nos hablaron del colectivo Imillas, nos contactamos con Roger quien nos llevó a la casa Camasa, un espacio de encuentro cultural que se ha mantenido a partir de los sueños, y sobre todo, de la lucha por el camino de hacer posible cada vez más, Vidas Dignas.
Y para la despedida nos reencontramos con Silvya, la cómplice Italiana, conocida en Uyuni, quien con su amigo Jhonny disfrutamos de otro gran momento en la bella Cochabamba.

Continuando el camino, empezamos a sentir calor y humedad, reconociéndonos en la selva Colombiana, llegamos al Mirador en Villa Tunari, ubicada entre paisajes selváticos, flora y fauna que revitaliza ese corazón de Amérika, y donde desean construir la tan famosa carretera del Tipnis, que por cierto, ha generado grandes enfrentamientos entre la población y el gobierno que quiere dar paso a esta gran construcción, destrucción de un buen tramo de este territorio y con consecuencias ambientales, sociales y politicas sin retroceso. Siguiendo el camino a Santa Cruz de la Sierra, nos encontramos con una gran colonia de brasileros, llegamos a pensar que nos habíamos desviado del camino, luego supimos que van a estudiar medicina debido a que es mucho más barato, empezamos a conocer esta ciudad planeada desde su infraestructura y organizada por anillos viales, allí conocimos las diferencias y rencillas que históricamente se han creado entre los Cambas (pueblos ubicados en Santa Cruz de la Sierra y el Beni) y los Coyas (pueblos correspondientes al altiplano Boliviano).

Conociendo y reconociéndonos, seguimos encontrando ángeles terrenales, ahora, Enrique y su bella esposa, amigos de Hernan y Camilo, un par de Seres Especiales, que nos brindaron la comodidad de su casa a las afueras de Santa Cruz cerca a Cotoca, el disfrute de exquisita comida, la fraternidad de su familia y hasta 20 litros de alimento para el Ají, Ufffffff, Gracias Universales, extendidas a la disponibilidad incondicional de Roberto y Dalmeris, a Guillermo el colombiano que mantiene su acento y el swin bogotano a pesar del tiempo que lleva fuera, y a Johana que con sus relatos complementó alegremente la última noche en Santa Cruz de la Sierra. Y es que en esta ciudad hasta el Ají se vio beneficiado, pues las bellas personas de la serviteca, hicieron un Excelente trabajo con los pernos de una llanta delantera que estaban rodados, lo mejor sin costo como apoyo a este viaje. A tod@s les agradecemos esta disposición, las sonrisas y el refrescante jugo de tamarindo compartido.

Partimos hacia a la frontera,Yacuiba, los policias bolivianos re amables, con ellos te encuentras al momento de salir de cada País. Ah! pero otra fue la movida a la entrada de Argentina en donde nos tuvieron cerca de 5 horas requisando toooodas las maletas que llevamos y desatornillando el Ají en busca de la droga colombiana. Bueno, esto hará parte del próximo relato de la llegada a la Argentina, nuestro destino final por Ahora.

Al papel mas arrugado de América, a Bolivia la indesifrable, arraigada y fuerte, cargada de alto contenido de Identidad, un abrazo fraterno y un hasta pronto.

     
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